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Los obispos reafirmaron que “vale toda vida” y propusieron “una mirada amplia”


Al termino de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), que se desarrolló esta semana, los obispos de todo el país dieron a conocer la declaración: “Proponemos una mirada amplia. Vale toda vida”.

  • 20 Abril 2018
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Al termino de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), que se desarrolló esta semana, los obispos de todo el país dieron a conocer la declaración: “Proponemos una mirada amplia. Vale toda vida”.

En la misma, los obispos afirmaron que “una Nación democrática, moderna y progresista, debe tener la capacidad, el ingenio y la creatividad, de buscar soluciones nuevas que resuelvan los problemas, sin necesidad de matar o `interrumpir´ vidas de seres humanos”.

Texto completo de la declaración

1. Los Obispos reunidos en la 115 Asamblea Plenaria del Episcopado Argentino, hacemos nuestra la Declaración de la Comisión Ejecutiva “Respetuosos de la Vida”, del 23 de febrero pasado.

2. En esta preocupación nos unimos a todos los argentinos, sean o no creyentes, que defienden la vida humana desde la concepción. Agradecemos de corazón a tantas ciudadanas y ciudadanos que con sus testimonios, argumentos y acciones se han destacado en estas últimas semanas como apasionados defensores de toda vida humana. Ellos son los grandes protagonistas.

3. Una Nación democrática, moderna y progresista, debe tener la capacidad, el ingenio y la creatividad, de buscar soluciones nuevas que resuelvan los problemas, sin necesidad de matar o “interrumpir” vidas de seres humanos.

4. ¡Ojalá podamos defender hasta tal punto los derechos humanos, que no se los neguemos a los más débiles y vulnerables! Vale toda vida.  Aún hay mucho por hacer para acompañar y ayudar a las mujeres que viven un embarazo inesperado, en malas condiciones (desnutrición, diabetes, otras dificultades obstétricas no controladas debidamente, situaciones de violencia, etc.). Muchas de estas realidades tienen que ver con la pobreza no resuelta. 

5. Esperamos que este debate nos permita dirigir la mirada de manera amplia a diversas situaciones que no deberíamos separar: la defensa del niño por nacer, el respeto a la mujer y el cuidado de su vida, el inmenso valor de la familia y la vida amenazada de tantos argentinos que se debaten en la pobreza y la miseria. Tanto la Iglesia como la sociedad no hemos hecho lo suficiente al respecto.  Tampoco hemos acompañado de la mejor manera a las mujeres que han abortado en medio de sufrimientos y límites, y padecen en soledad las consecuencias de esta decisión.

6. Es indispensable recordar la síntesis que nos propone el Papa Francisco, quien nos invita a mirar a todos desde los más pequeños: “La defensa del inocente que no ha nacido, por ejemplo, debe ser clara, firme y apasionada, porque allí está en juego la dignidad de la vida humana, siempre sagrada, y lo exige el amor a cada persona más allá de su desarrollo. Pero igualmente sagrada es la vida de los pobres que ya han nacido, que se debaten en la miseria, el abandono, la postergación, la trata de personas, la eutanasia encubierta en los enfermos y ancianos privados de atención, las nuevas formas de esclavitud, y en toda forma de descarte. No podemos plantearnos un ideal de santidad que ignore la injusticia de este mundo, donde unos festejan, gastan alegremente y reducen su vida a las novedades del consumo, al mismo tiempo que otros solo miran desde afuera mientras su vida pasa y se acaba miserablemente.” (Gaudete et Exsultate 101)

7. Alentamos a nuestros legisladores a que se atrevan a soñar una Argentina más grande, superadora de recetas de cuarenta años atrás y a que sean capaces de proponer leyes innovadoras que tutelen tanto la vida y los derechos de la madre como la vida y la dignidad del hijo. Nos duele que algo tan grande y esencial como defender la vida nos pueda enfrentar o dividir todavía más. Este momento histórico nos exige luchar codo a codo por los más frágiles de nuestra querida Argentina.

Pilar, a los pies de la Virgen de Luján, 19 de abril de 2018

Reseña en video de la declaración 

La Asamblea Plenaria con los obispos de todo el país, entre ellos, los tres de la diócesis de Lomas de Zamora, el titular, monseñor Jorge Lugones, y los auxiliares, monseñor Jorge Torres Carbonell y monseñor Jorge García Cuerva, culmina hoy al mediodía.

En el encuentro, que se realizó desde el lunes en la Casa de Ejercicios El Cenáculo (La Montonera), en Pilar, “se puso en común la tarea pastoral con las alegrías y dificultades de todas las iglesias diocesanas del país, se da lugar a momentos de fraternidad y de oración entre todos los Obispos”.

En el debate de los temas durante estos días se consideraron, entre otros, la realidad cultural de Argentina en la posmodernidad y se reafirmó el valor de la vida, a partir del análisis de la campaña #ValeTodaVida. Los obispos también se sumaron a la convocatoria al “Encuentro Nacional de Juventud” que se realizará en mayo en Rosario.

En la misa de apertura del lunes, el obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea, señaló que “la preocupación por la vida no atañe sólo a su comienzo. Es nuestro don fundamental y lo tenemos que resguardar siempre y en sus diversas manifestaciones”. Y advirtió el hecho que “ha comenzado a instalarse entre los argentinos una fuerte violencia verbal que se canaliza principalmente en las redes sociales y en algunos medios de comunicación. Reina un espíritu de sospecha de unos hacia otros y se recurre continuamente a la descalificación”.

Según su estatuto, “la Asamblea Plenaria es el órgano primario y principal de la Conferencia Episcopal que expresa de forma particular el afecto colegial de sus miembros” y se realiza dos veces al año.  Están convocados 89 obispos (diocesanos, coadjutores, auxiliares) y 2 sacerdotes Administradores Diocesanos; e invitados 37 obispos eméritos, el nuncio apostólico y un obispo electo.