Mons. Lugones: “Que la Virgen, que es madre de los sacerdotes, lo tenga con Jesús, Sumo y eterno sacerdote”
El obispo diocesano, monseñor Jorge Lugones SJ, rezó anoche “por la pascua” del presbítero Sergio Gustavo Medina, párroco de Inmaculada Concepción (Burzaco), quien falleció en un accidente de tránsito en la provincia de Salta, y pidió “que la Virgen, que es madre de los sacerdotes, lo tenga con Jesús, Sumo y eterno sacerdote”.
- 20 Julio 2018
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El obispo diocesano, monseñor Jorge Lugones SJ, rezó anoche “por la pascua” del presbítero Sergio Gustavo Medina, párroco de Inmaculada Concepción (Burzaco), quien falleció en un accidente de tránsito en la provincia de Salta, y pidió “que la Virgen, que es madre de los sacerdotes, lo tenga con Jesús, Sumo y eterno sacerdote”.
“Damos gracias a Dios cuando un sacerdote muere con la estola puesta, siendo fiel al ministerio, nos sentimos unidos en Jesús y damos gracias por el servicio sacerdotal del padre Gustavo en nuestra diócesis y también el servicio que tuvo en su momento en otra diócesis”, señaló el obispo en diálogo con Eclesia, al término de la misa que presidió en la parroquia de Burzaco, y que concelebraron los obispos auxiliares, monseñor Jorge Torres Carbonell y monseñor Jorge Garcia Cuerva, el vicario general, presbítero Hugo Barrios, y varios sacerdotes.
“Lo ponemos en las manos de la Virgen, que es madre, con su mamá terrena también, allá estarán celebrando en el cielo. Deseamos que la comunidad se fortalezca en esta pascua del padre Gustavo, y que podamos discernir estos signos de los tiempos que nos muestra Dios, sobre todo en los jóvenes, cuando un sacerdote joven parte, quién va a asumir la bandera de la continuidad de este servicio pastoral”, completó.
El ministerio sacerdotal del padre Medina
Por su parte, el presbítero Barrios, en la homilía, recordó cuando compartió el Seminario con el padre Medina, “apostolados, el último fue la pastoral vocacional, uno se divierte con Gustavo, su alegría siempre estuvo presente”, evocó.
Homilía completa del pbro. Hugo Barrios
Le pedimos a nuestro Padre Dios una gracia grande, la fundamental de nuestra vida, que es poder sentir en lo más profundo de nuestro corazón la paz y la alegría de Jesús recucitado, paz y alegría que Gustavo ya está viviendo.
A nosotros nos embarga la tristeza de su ausencia física, pero él ya está gozando de la alegría y la paz plena de la eternidad; que también nosotros podamos asimilar la gracia que Jesús resucitado nos quiere regalar a todos.
Cuando Jesús nos dice `vengan a mi´, quiere decir experimentar este Jesús Buen Pastor, que nos consuela, nos anima y empuja a seguir caminando.
Con Gustavo compartimos el Seminario, apostolados, el último fue la pastoral vocacional, uno se divierte con él, su alegría siempre estuvo presente.
Inicio de ministerio de párroco en Inmaculada Concepción (Burzaco)
Quiero destacar un gesto que tuvo en su momento para que nos anime a todos: primeros años de sacerdocio, en un encuentro del clero en Luis Guillón, monseñor Collino leyó una carta del obispo de 9 de julio que hablaba de la escasez de sacerdotes que tenían allá y pedía ayuda; Gustavo ahí nomás levantó la mano, como scout, `siempre listo´, y estuvo 5 años sirviendo en la diócesis de 9 de julio; después volvió y de ahí le quedó el apodo de “gaucho”.
Que esta pascua nos ayude a decirle siempre sí al Señor, en todo momento, seguirlo a él desde la paz y la alegria que Jesús nos dá, esa paz que debemos compartirla en el servicio y en la entrega a su Iglesia en los demás.
Que Dios premie todos los gestos de generosidad que tuvo Gustavo, y las fragilidades están en las manos de Dios Padre misericordioso, que conoce todo, y a nosotros nos dé la alegría y el entusiasmo de seguirlo a él, como lo hizo Gustavo.
Ningún sacerdote agota el misterio de Jesús Buen Pastor, y Gustavo algo nos regaló en el sacerdocio. El le dijo sí a Jesús, con sus más y con sus menos, que también nosotros podamos seguir a Jesús desde la alegría y la paz que él mismo nos regala para compartirla a tantas personas que sufren y necesitan de nuestra presencia.
Misa por el 40º aniversario del movimiento Encuentro Matrimonial
Con el padre Medina iban en el auto siniestrado en la ciudad de Rosario de la Frontera, Salta, el matrimonio de David y Karina Leguizamón, presidentes del movimiento Encuentro Matrimonial, del cual el sacerdote era el actual asesor, y quienes se recuperan en un hospital del lugar.