Con una Carta Pastoral a la diócesis, el obispo convoca a un “Año Vocacional”
En el Domingo de Cristo Rey, el obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones SJ, escribió una Carta Pastoral a la diócesis, donde convoca a un “Año Vocacional”, que comenzará el 19 de marzo de 2025, solemnidad de San José, patrono de la Iglesia Universal, y tendrá su “cierre simbólico” el 16 de marzo de 2026, memoria del Santo Cura Brochero, ya que después propone un “tiempo vocacional”.
- 23 Noviembre 2024
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En el Domingo de Cristo Rey, el obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones SJ, escribió una Carta Pastoral a la diócesis, donde convoca a un “Año Vocacional”, que comenzará el 19 de marzo de 2025, solemnidad de San José, patrono de la Iglesia Universal, y tendrá su “cierre simbólico” el 16 de marzo de 2026, memoria del Santo Cura Brochero, ya que después propone un “tiempo vocacional”.
“El compromiso por las vocaciones, particularmente las sacerdotales, es una prioridad en la vida de la Iglesia; es una obra de amor que tiene en cuenta no solo el futuro, sino también el presente de la comunidad cristiana”, aseveró el obispo en la “Carta Pastoral sobre el presente y el futuro vocacional de nuestra diócesis”.
En el mensaje, que será leído en las misas de este fin de semana, último del año litúrgico, solemnidad de Jesucristo Rey del Universo, el obispo desea compartir “algunas reflexiones sobre la situación vocacional de nuestra Iglesia diocesana”, a partir de lo cual propone un “tiempo vocacional” que se iniciará con un “Año Vocacional”, y el deseo es “que este año sea impulso para que continuemos profundizando esta prioridad en los años sucesivos, según los modos que el Señor nos inspire, hasta el Jubileo de nuestro Seminario Diocesano (2027-2028)”.
A partir del texto evangélico: “En tu Palabra echaremos las redes” (Lc 5, 4-11), la carta de 15 puntos desarrolla la vocación como “don y tarea”; los cambios culturales y el desaliento como “uno de los males más dolorosos que padecemos a nivel social y eclesial”, y la esperanza apuntalada luego de las Asambleas diocesanas, el camino sinodal que se está transitando y el Jubileo 2025 que se aproxima.
Además, refiere a las distintas vocaciones, “un concierto de estilos de vida que encarnan e irradian distintos rasgos de la misión salvífica de Cristo”; la relación entre la Pastoral Juvenil y la Pastoral Vocacional; los límites y los desafíos de las parroquias; la importancia del Seminario, el “Corazón de la diócesis”; la corresponsabilidad de todos los miembros y el valor del testimonio, la oración, la animación vocacional, el acompañamiento y la sustentabilidad del mismo.
A pocos días del inicio del Jubileo 2025, monseñor Lugones dijo que el Año Santo “puede ser un tiempo en el que recuperemos la alegría de evangelizar, procurando ´vocacionalizar´ la pastoral en todas sus instancias, niveles y momentos, abarcando todas las etapas de la vida”. Y concluye la Carta “hablándoles directamente a las y los jóvenes de nuestra diócesis, de cada parroquia, capilla, institución, movimiento y grupo, a cada joven que siente en su corazón el deseo profundo de jugarse por Cristo”.
De las Asambleas del Pueblo de Dios realizadas el año anterior por vicarías surgieron, cabe recordar, 7 fragilidades-desafíos. Uno de ellos era la Pastoral Vocacional. “Revitalizar el área de la Pastoral Vocacional específica, promoviendo el acompañamiento de jóvenes y actualizando actividades que den a conocer lo esencial de las vocaciones de especial consagración”, dice el documento, que señalaba que es “una tarea a realizar, un camino en proceso para ocuparnos de ellas, desde la realidad concreta en la que realizamos nuestra misión evangelizadora”.
En la última fiesta patronal del Seminario, el obispo ya había anticipado que convocaría a un “Año Vocacional”. Aquel día pidió “transversalizar lo vocacional en todas las pastorales, en todas nuestras parroquias, en todos nuestros institutos religiosos, en nuestros colegios católicos”.
En la misa de la semana anterior, donde el presbítero Daniel Bossio inició su ministerio de párroco de Nuestra Señora de Fátima (Lomas de Zamora), el obispo se refirió al tema vocacional y a comentarios en las redes sociales que pedían “queremos sacerdotes permanentes”: “No los van a tener porque no tenemos vocaciones, esa es la realidad”, expresó el obispo, “no trabajamos por las vocaciones, no tenemos vocaciones y después queremos sacerdotes permanentes. Estamos intentando salvaguardar el tema pastoral con Unidades Pastorales, donde un sacerdote atiende 3 o 4 parroquias. Esta es la realidad. Ustedes son responsables de fomentar también las vocaciones sacerdotales. Entonces hagámonos cargo de difundir que muchos jóvenes hoy son llamados, pero muchas veces no los alentamos o no les proponemos la vocación de frente, directamente. Qué importante es la oración y compartir esta buena noticia que hoy Jesús sigue llamando al sacerdocio”.-
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